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domingo, 27 de abril de 2014

EL CUENTO POLICIAL. (PARA 7°)

El tema que sigue es complementario, no hay que copiarlo. Sólo léanlo  y después  leen el cuento que sigue titulado "Los asesinos de Hemingway". Tanto el tema como el cuento son complementarios del tema que estamos viendo en clase y son para que profundicen sobre el cuento que tienen que escribir para entregar en próximas fechas.

Las actividades sobre el cuento las desarrollaremos en clase

Cuento policíaco (tema complementario)

Un cuento policíaco es aquel que agrupa las narraciones breves de hechos ficticios o reales, relacionados directamente con criminales y con la justicia, generalmente teniendo como tema principal la resolución de un misterio, la persecución de un delincuente, o temáticas similares. El cuento puede ser clásico o negro;

  • Clásico: que el policía sea el que se encarga de su trabajo y de la investigación detectivesca y policial;
  • negro: que el detective o el policía se mete en el bando contrario para poder atrapar al criminal.

El cuento policial es un cuento de crimen misterio y persecución

Partes de un cuento policíaco

- Planteo de un enigma a resolver A partir de un dilema, es que se desarrolla una historia.
- Narración del proceso de investigación Permite aclarar el interrogante planteado al comienzo.
- Resolución del enigma Se logra mediante: (A) El examen y observación de los hechos materiales y psicológicos, sobre los que se sacan conclusiones; (B) El razonamiento a partir de posibles hipótesis (el investigador muchas veces no necesita observar el escenario del crimen).

Elementos caracterizadores
- Personajes: Se presentan en una perspectiva antitética: el policía, el detective, el inspector; el asesino y el espía, o sea los buenos y los malos. Por lo general son tipos, tienen caracteres bien definidos y no evolucionan a lo largo del relato.
- Estructura: Habitualmente es un relato que se hace al revés de la narrativa tradicional. Al comienzo se presenta el enigma que debe ser resuelto al final. El tiempo para aclarar el misterio procede en dos sentidos: mientras avanza la investigación, futuro, se revela el enigma, pasado. Pero hay que tener en cuenta que a este relato precede una etapa previa de organización: cuando el escritor imagina o fragua esa historia sigue un orden cronológico o lineal (comienzo, desarrollo y desenlace). Al escribirla invierte los resultados y los presenta al comienzo.
- Ambiente: Es cotidiano, familiar al lector. En los primeros relatos el crimen ocurría en espacios interiores, en cuartos cerrados. En la actualidad, la violencia se desata en las calles, ante la sorpresa o indiferencia de los posibles testigos.

- Trama: La acción brinda el mayor suspenso. Deja siempre un hilo o eslabón por resolver. Con rigor deductivo, el investigador y el lector desentrañan el enigma al reunir esos hilos en el desenlace. Al principio se proponen varias soluciones fáciles, a primera vista tentadoras, que sin embargo resultan falsas. Hay una solución inesperada, a la cual sólo se llega al final. Para la solución del enigma se desecha todo elemento sobrenatural o inexplicable. Es un relato hecho para que el lector participe en desentrañar el misterio, e ingresar en el mismo como un investigador más.
- Definición: El relato policíaco es aquel que, por medio de la deducción lógica, identifica al autor de un delito y revela sus móviles.
- Extensión: El cuento policial tiene generalmente la extensión de un cuento, aunque claro está, hay también cuentos policiales muy breves o minicuentos policiales, como por ejemplo el de Marco Denevi titulado precisamente Cuento policial. [3

Tipos de cuentos policiales

El cuento policiaco tiene muchos tipos o clases: 

1.     De enigma
 
Un difícil crimen tiene lugar y el detective lo resuelve gracias a sus dones deductivos. Los detectives suelen ser: excéntricos, cultos y brillantes; se relacionan "con la alta sociedad"; y toman la investigación como un reto a la inteligencia. Son intelectuales que aplican métodos racionales, principios científicos y técnicas modernas basadas en muchos conocimientos
 
2.     Negro

El detective trabaja por un sueldo, es decadente, solitario, desencadenado y pone en riesgo su vida. Se ven involucradas cuestiones como por ejemplo lugares marginales; el detective avanza a lo brusco, lo contrario al clásico. 

3.     De problema

El crimen es resuelto por medio de pruebas físicas y psicológicas, así como declaraciones de testigos y sospechosos (y/o de la víctima)
 
4.     De suspenso

El cuento se presenta en un ambiente oscuro, desconocido, peligroso y tenebroso, en donde se concretan casi siempre asesinatos en medio de la trama, dando un efecto de terror.

 

Elementos del cuento policíaco 

1.     Pistas

Son indicios que ayudan al investigador a resolver el caso. Pueden ser materiales, o algunos datos aportados oralmente por los testigos, los sospechosos, y la víctima. 

2.     Escena del crimen

Es el lugar donde se cometió el crimen, es el principal lugar en el que se encuentran las pistas. 

3.     Hipótesis

Es una teoría que realiza el investigador o algún otro personaje de la historia sobre la resolución del caso. A lo largo del caso generalmente se elaboran más de una, y pueden ser casi iguales entre sí o muy variadas.

4.     Investigación

La investigación es el proceso que lleva a cargo el detective para resolver el caso. En este proceso generalmente:

a. Busca pruebas.

b. Interroga a los testigos, a los sospechosos y a la víctima.

c. Revisa la escena del crimen y los alrededores en busca de pistas.

d. Analiza las pistas.

e. Comprueba las hipótesis.

f. Resuelve el caso.

  

Los asesinos de Hemingway

Michel García


Dos hombres entraron a la casa, y esperaron en silencio a que los ojos se les acostumbraran a la oscuridad. Hemingway dormía al fondo, y afuera una fina lluvia empañaba los cristales. Acariciaban en sus manos revólveres, y al cabo de un rato pudieron caminar por entre los muebles, en la penumbra. Oían como un rumor los ronquidos del viejo Hem. 
-¿Qué hacemos ahora?-preguntó uno. 
-No sé exactamente-respondió el otro.  

 En las ventanas la lluvia aumentaba, se escuchaban truenos y podían ver las sombras de los árboles al viento, que opacaban la luz de los faroles. Caminaron hacia una habitación que parecía ser una oficina, en la que había una mesita repleta de libros, una máquina de escribir, hojas blancas y una botella de whisky con un vaso a medio usar al lado. Revisaron en las gavetas. No encontraron nada.  

 Pasaron a un cuarto amplio, acomodado con dos camas, donde también habían libros y colgaderas de animales. Vestían ropas negras apretadas, capuchas que solo dejaban ver sus ojos, y aunque sus estaturas eran diferentes al igual que su complexión física, en medio de la noche parecían hermanos vestidos igual para la misma ocasión. 
 Uno le extendía al otro de vez en cuando manuscritos corregidos, buscando su aprobación. 
-¿Es este? -No, el muy desgraciado lo tiene bien escondido.  

-¿Y ahora? -A seguir buscando, vivo. 

 La tormenta arreciaba, y las luces de afuera amenazaban con quedar completamente apagadas.  

 De repente oyeron que el ronquido de Hemingway cesaba, y el susurrar cada vez más cercano de unas pantuflas afelpadas. Se escondieron bajo las camas, y divisaron las piernas del viejo que se dirigían al baño. Oyeron el largo chorro que soltaba Hemingway, y el sonido de descargar el inodoro. Otra vez se acercaron las pantuflas, que sin sospecha se detuvieron en la puerta del cuarto, y ellos apretaron por instinto los revólveres. Pero Hemingway siguió camino hasta su habitación, y en breve volvieron a sentir sus ronquidos.  

 La búsqueda no prosperaba. A la poca luz de los relámpagos solo podían distinguir las cabezas muertas en las paredes, que parecían vigilantes silenciosos de ojos cristalinos, y los papeles se les perdían en la oscuridad.

 Se movieron por toda la casa, evitando el cuarto del viejo. Abrían libros, levantaban almohadas y sábanas viejas, colchones húmedos, pero no aparecía lo que los había llevado allí. Comenzaron a sudar, a pesar del frío que entraba por las ventanas.

 Durante días habían ido a vigilar al escritor, atisbando por entre las ventanas y las veladoras, disfrazados de extranjeros. Verificaron los horarios de apertura y cierre del museo, el movimiento de las personas, la estructura de la casa, sus alrededores, la rutina de Hemingway y los cambios de guardia de los custodios. Ahora sentían que todo el esfuerzo se podía ir a la mierda, si no encontraban algo. Empezaron a desesperarse, pero decidieron mantener la calma.

 Ya estaban en el interior, sólo tenían que buscar. En sus ojos se dibujaba una impaciencia, un deseo inaudito de no ser sorprendidos.

 Los truenos sucedían, llenando de un silencio pavoroso el intervalo entre ellos.

 Después de una última mirada confusa, se dirigieron hacia el fondo de la casa, más allá del comedor. Chequearon los revólveres, y en una fracción de segundo pudieron ver en los cristales el rápido desplazamiento de las nubes. Afuera las luces se habían apagado ya definitivamente.

 Hemingway dormía boca arriba, acurrucado con sobrecamas rojos y bufando el aire de los pulmones. Los hombres lo miraban con terror, y sin decirlo agradecieron que la más plena oscuridad los cobijara. Se miraron sin saber que hacer.

-Haz algo. 
-No sé qué.
-Lo que se te ocurra, vamos.  

-No, tengo miedo. 

-Bah, parece mentira, vivo.

 Con sigilo examinaron el cuarto, abriendo pequeñas gavetas y el escaparate de espejos. Les impresionó ver su propia imagen reflejada con total exactitud.

 Cerraron las puertas asqueados de tanta lluvia y silencio, de no encontrar nada, y con las manos señalaron los revólveres. No había otra solución. 

El disparo sonó en medio de la madrugada, disimulado por un trueno que estremeció los cristales.

 

 

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